El mundo de los viajes siempre está evolucionando, ofreciendo nuevas técnicas y estrategias para que los viajeros puedan ahorrar dinero. Una de estas tácticas, que ha ganado popularidad en los últimos años entre los cazadores de ofertas, es el skiplagging. Esta práctica, también conocida como «hidden city ticketing», se ha convertido en un truco controversial pero efectivo para comprar boletos de avión a un precio más bajo. Pero, ¿qué es exactamente el skiplagging y cómo funciona?
La mecánica detrás del skiplagging
El skiplagging aprovecha una peculiaridad en la estructura de precios de las aerolíneas. En algunos casos, volar directamente entre dos ciudades puede ser más caro que reservar un vuelo que tenga una escala en tu destino final pero continúe hacia otra ciudad. Los viajeros que usan el skiplagging reservan estos vuelos con escala y abandonan su viaje en el punto de conexión, efectivamente pagando menos por su billete.
Por ejemplo, si quieres volar de la Ciudad A a la Ciudad B, pero descubres que un vuelo de la Ciudad A a la Ciudad C (haciendo escala en la Ciudad B) es más barato, reservarías el vuelo a la Ciudad C pero terminarías tu viaje en la Ciudad B. Es crucial entender que esta práctica solo funciona con viajes de ida o el último segmento de un viaje de ida y vuelta, ya que las aerolíneas suelen cancelar todos los vuelos subsiguientes en una reserva si un pasajero no se presenta para uno de los segmentos.
Consideraciones importantes antes de practicar el skiplagging
Aunque el skiplagging puede resultar en ahorros significativos, hay varias consideraciones a tener en cuenta antes de utilizar esta estrategia. En primer lugar, las aerolíneas están en contra del skiplagging. Algunas han tomado medidas legales contra los sitios web que facilitan esta práctica y, en ocasiones, han penalizado a los viajeros que la utilizan. Por lo tanto, es esencial estar al tanto de los posibles riesgos, incluyendo la posibilidad de enfrentarse a acciones por parte de las aerolíneas.
Además, el skiplagging tiene limitaciones prácticas. No puedes facturar equipaje, ya que este se enviará al destino final del boleto. Esto significa que solo es viable para viajeros con equipaje de mano. También existe el riesgo de que la aerolínea cambie la ruta del vuelo de última hora, potencialmente omitiendo la escala deseada y llevándote a un destino no planeado.
Conclusiones
El skiplagging es una estrategia de ahorro de costes que, aunque efectiva, viene con su cuota de advertencias y consideraciones. Es una prueba más de la creatividad de los viajeros en su búsqueda por obtener las mejores ofertas posibles. Sin embargo, la importancia de investigar y comprender plenamente los riesgos asociados no puede ser subestimada. Como con cualquier táctica de viaje que opera en una zona gris legal o ética, se recomienda proceder con cautela y considerar tanto las ventajas como las posibles consecuencias. En última instancia, el skiplagging puede ser una herramienta valiosa en el arsenal de un viajero ahorrativo, siempre y cuando se utilice de manera informada y responsable.